Estoy muy cansado: causas, consecuencias y soluciones

¿Sabías que la frase «estoy muy cansado» es casi tan repetida a lo largo de una semana como «hola» en determinados periodos? Si últimamente tú también te encuentras en una de estas etapas, ¡sigue leyendo!

¿Estoy muy cansado o estoy agotado?

En primer lugar, conviene distinguir entre cansancio, fatiga y agotamiento. Aunque lo pueda parecer, ninguno de los tres son sinónimos.

• Así pues, entendemos el cansancio como un síntoma natural y no preocupante que puede padecer cualquier persona. Cuando estamos cansados, normalmente sentimos falta de fuerza, energía y motivación. Estas sensaciones se dan de forma generalizada pero transitorias.
• La fatiga por su parte no es otra cosa que un periodo de cansancio prolongado en el que se da una falta de energía sostenida que puede convertirse en un mal crónico. Cuando estamos fatigados encontramos difícil concentrarnos, presentamos problemas para conciliar el sueño e incluso sensibilidad a la luz. A menudo, las personas fatigadas evitan encuentros y compromisos sociales que, en otro estado, no hubieran pospuesto.
• Por último, el agotamiento. Este viene de la mano de la confusión y las alteraciones emocionales. También es normal experimentar pérdida de energía y graves dificultades para desarrollar actividades sociales si estamos agotados.

Como ves, aunque el cansancio sea algo normal, puede convertirse en fatiga o cansancio.

Ambas dolencias podrían considerarse como un iceberg: el agotamiento o el cansancio son la parte que vemos en la superficie, pero en las profundidades podría haber algo más grave que no vemos como diabetes, enfermedad tiroidea, depresión o hipogonadismo.

Estoy muy cansado, ¿Qué puedo hacer para evitarlo?

Para solucionar cualquier problema, la primera medida a tomar es averiguar qué ha causado o qué está causando dicho problema. En el caso del cansancio crónico o habitual, es imprescindible que nos detengamos a revisar nuestro estilo de vida y nuestras costumbres.

Una vez identificada la causa o causas de la fatiga o el agotamiento, podremos poner soluciones eficaces contra el cansancio y aquello que nos lo produce.

Causas y soluciones del cansancio

Mala alimentación

Como ya se ha demostrado en numerosas ocasiones, una buena alimentación es la base de una vida saludable. Por tanto, una mala alimentación puede convertirse en el origen de buena parte de nuestros problemas.

Para que no se produzca ninguna falta de vitaminas ni nutrientes, será necesario llevar una dieta equilibrada basada en verduras, hortalizas, frutas, cereales y legumbres.

Los alimentos ricos en hierro (verduras y legumbres), en ácido fólico (frutas, frutos secos y semillas), en cobre (arroz, chocolate,  cereales, aceite de oliva, etc.) y vitamina C (frutas y verduras) son especialmente aconsejables.

Otras recomendaciones para evitar sentirse muy cansado incluyen dos pilares nutricionales básicos:

• Desayunar siempre.
• Evitar las comidas rápidas.

Anemia

La anemia es una dolencia que se caracteriza por la insuficiencia de glóbulos rojos sanos que transportan el nivel de oxígeno adecuado a los tejidos del cuerpo. Existen, además, muchas formas de anemia.  La más común es la ferropenia, producida por falta de hierro en sangre.

Si crees que puedes tener anemia, es importante que acudas al médico cuanto antes para que los profesionales de la salud valoren tu caso y puedan poner las medidas necesarias para curarte.

Sedentarismo

El estilo de vida sedentario ya es responsable de la mayoría de muertes del primer mundo. Un nivel de actividad bajo o nulo garantiza el mal funcionamiento del metabolismo y provoca enfermedades secundarias como la diabetes o el colesterol alto.

La principal consecuencia del sedentarismo es la baja oxigenación de las células, a las que se priva de un funcionamiento normal.

Para romper con un estilo de vida sedentario necesitarás armarte de fuerza de voluntad.

Empezar a incluir, poco a poco, actividad en tu día a día. Camina siempre que puedas, evita los ascensores y elige las escaleras. Una buena idea es apuntarse al gimnasio o a realizar alguna actividad deportiva de bajo impacto en grupo.

Estrés

Un ritmo de vida acelerado sin tiempo para ti mismo o los demás, un trabajo poco satisfactorio, una mala relación de pareja o las cargas familiares son elementos que pueden hacer que el nivel de estrés se dispare, perjudicando a nuestro estado de salud general.

Combatir el estrés puede resultar una tarea faraónica si no sabes cómo hacerlo. O peor aún si ni siquiera sabes que estás sufriendo un cuadro de estrés. Para averiguarlo, puedes realizar este test.

Para reducir tus niveles de estrés te recomendamos probar al menos alguno de los siguientes:

• Hacer ejercicio
• Tomar infusiones
• Practicar la meditación

Bajo nivel de testosterona

Un nivel bajo de testosterona interfiere en el día a día del hombre. La falta de testosterona provoca fatiga, depresión, ansiedad de rendimiento sexual, irritabilidad, bajo nivel de concentración y deseo sexual masculino bajo entre otras cosas. Este descenso hormonal en el ciclo hormonal masculino suele comenzar a manifestarse a partir de los 37-40 años de edad y es conveniente vigilarlo y tratarlo, ya no solo por comodidad o estética del afectado sino porque podría desencadenar otras afecciones más graves.

Si crees que este es tu caso y que tu fatiga o agotamiento puedan estar causados por un déficit hormonal, te recomendamos encarecidamente que realices nuestro test gratuito para comprobar tus niveles hormonales. ¡No tardarás más de 5 minutos!

¿Cómo recupero mi energía rápidamente? Remedios Caseros

Para recuperar tu energía rápidamente con remedios caseros, puedes probar las siguientes estrategias:

1. Hidratación Adecuada

• Agua: Bebe un vaso de agua para rehidratar tu cuerpo, ya que la deshidratación puede causar fatiga.
• Infusión de Hierbas: Té de menta o manzanilla puede proporcionar un impulso suave y refrescante.

2. Comida Nutritiva

• Frutas: Come frutas ricas en vitamina C y azúcares naturales, como naranjas, plátanos o bayas, para un impulso rápido de energía.
• Nueces y Semillas: Almendras, nueces y semillas de chía son buenas fuentes de grasas saludables y proteínas que proporcionan energía sostenida.

3. Snack Saludable

• Yogur con Miel: El yogur proporciona proteínas y probióticos, mientras que la miel añade un toque de azúcar natural para un impulso energético.
• Avena: Un tazón de avena con frutas frescas o frutos secos ofrece carbohidratos complejos para una liberación prolongada de energía.

4. Ejercicio Ligero

• Caminar: Una breve caminata al aire libre puede mejorar la circulación y aumentar tus niveles de energía.
• Estiramientos: Realizar estiramientos suaves o una breve sesión de yoga puede revitalizarte rápidamente.

5. Respiración Profunda

• Ejercicio de Respiración: Practicar la respiración profunda puede aumentar el oxígeno en tu cuerpo y ayudarte a sentirte más alerta y energizado.

6. Descanso Breve

• Siesta Rápida: Una siesta de 10-20 minutos puede ayudarte a recargar energías sin afectar tu sueño nocturno.

7. Infusiones Energizantes

• Té Verde: Contiene cafeína y antioxidantes que pueden proporcionar un impulso de energía.
• Té de Jengibre: El jengibre puede estimular la circulación y proporcionar un efecto revitalizante.

Implementar estos remedios caseros puede ayudarte a recuperar tu energía de manera rápida y efectiva. Sin embargo, si te sientes constantemente fatigado, es importante evaluar tu dieta, sueño y nivel de estrés, y consultar con un profesional de la salud si es necesario.

Conclusión

El cansancio, la fatiga y el agotamiento, aunque a menudo se usan de manera intercambiable, son distintos y pueden tener causas y soluciones diferentes. Mientras que el cansancio es una sensación normal y temporal, la fatiga prolongada o el agotamiento pueden indicar problemas más profundos, como deficiencias nutricionales, anemia, sedentarismo, estrés o desequilibrios hormonales. Para combatir el cansancio y recuperar tu energía rápidamente, puedes recurrir a remedios caseros como una adecuada hidratación, una alimentación nutritiva, snacks saludables, ejercicio ligero, técnicas de respiración profunda, y descansos breves. Sin embargo, si la fatiga persiste, es crucial investigar las causas subyacentes y consultar a un profesional de la salud para abordar cualquier condición potencialmente seria.